Desde el inicio del segundo mandato del presidente Trump, varias corporaciones han anunciado planes para ampliar sus capacidades de producción en Estados Unidos.
Los anuncios se producen al tiempo que entran en vigor algunos de los nuevos aranceles de la administración Trump , y otros derechos de importación aún están pendientes. Si bien no todas las empresas que prevén ampliar su presencia manufacturera en EE. UU. han citado directamente los aranceles como motivación, la Casa Blanca ha destacado estas medidas como un impulso al objetivo de Trump de impulsar la creación de empleo en su país.
En marzo, por ejemplo, la Casa Blanca celebró el plan de la compañía farmacéutica Johnson & Johnson de invertir 55.000 millones de dólares en la industria manufacturera estadounidense, calificándolo de "victoria masiva en la incansable búsqueda del presidente Donald J. Trump del dominio de la industria manufacturera estadounidense" en una declaración en su sitio web.
Para la mayoría de las empresas, realizar un cambio de ese tipo requeriría invertir cientos de millones, o incluso miles de millones, de dólares en construir y ampliar fábricas en Estados Unidos, dicen los economistas.