La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, no se anduvo con rodeos durante una rueda de prensa el martes, al criticar duramente a los medios por su vergonzosa cobertura —o la falta de ella— sobre el brutal asesinato de Iryna Zarutska, refugiada ucraniana de 23 años, el mes pasado. La negativa rotunda de la prensa corporativa a mencionar el atroz crimen se ha convertido en el último ejemplo de cómo los medios ocultan historias que no encajan con una visión ideológica de izquierda.
“Quizás lo más vergonzoso de todo es que la mayoría de los medios de comunicación, muchos de los presentes en esta sala, decidieron que no valía la pena informar sobre su asesinato inicialmente porque no encajaba en una narrativa preferida”, dijo Leavitt a los periodistas antes de responder preguntas. “Muchos periodistas en esta sala derramaron mucha tinta intentando desprestigiar a Daniel Penny por defender un vagón de metro de un lunático desquiciado en la ciudad de Nueva York, pero ninguno de esos mismos reporteros movió un dedo para escribir historias sobre un verdadero asesino”.
La andanada fue otro ejemplo de una habilidad que Leavitt ha demostrado tener bastante talento a lo largo de su mandato como portavoz de la Casa Blanca: responsabilizar a los medios de comunicación por promover una agenda partidista en lugar de informar honestamente las noticias.
Como alude Leavitt, la prensa corporativa había guardado prácticamente silencio sobre el horrendo asesinato de Zarutska, quien fue asesinada el 22 de agosto por Decarlos Brown, Jr., en un tren ligero en Charlotte, Carolina del Norte. Las imágenes de vigilancia del incidente muestran a Zarutska sentada en el tren frente a Brown después de su turno en una pizzería local. Momentos después, Brown, un delincuente profesional con 14 arrestos previos, incluyendo robo a mano armada y hurto mayor, saca un cuchillo y la apuñala en la garganta. Luego, tranquilamente, baja del tren y murmura : «¡Agarré a esa chica blanca!», con la sangre de Zarutska goteando de sus manos.